Para reponer las pérdidas de agua y sales podemos recurrir a productos comerciales o a preparados caseros.
Cuando vayamos a confeccionar uno de estos últimos no hay que olvidar que a partir de una hora de ejercicio, aproximadamente, y dependiendo de su intensidad, el gasto de glucosa puede ser lo suficientemente importante como para alterar el rendimiento y/o la salud.
No obstante, durante el ejercicio lo más importante es compensar las pérdidas de agua; después, las de glucosa y, por último, los minerales. El mayor problema para que esta incorporación de agua al organismo se haga eficazmente lo plantea su lenta absorción, debido al ritmo de paso de líquido desde el estómago al intestino, donde se absorbe.Por ello, cuando hace calor, para que el estómago se vacíe cuanto antes, el líquido que bebamos debe contener las cantidades recomendadas o menores de azúcar y/o electrolitos.
La mayoría de los preparados comerciales pretenden reponer todas las pérdidas (agua, sales minerales y azúcares). Para ello hay en el mercado productos, como los polímeros de azucares, que se pueden tomar a concentraciones del 5 al 15% sin molestias o retraso en la absorción intestinal, estando especialmente indicados para el deportes de larga duración.
Cuando se va a hacer ejercicio es una buena costumbre beber incluso antes de haber empezado su práctica, puesto que las pérdidas, en general, serán mayores que las cantidades que se pueden absorber y reponer mientras estamos haciendo esfuerzo físico.
Para empezar a beber no hay que esperar a que llegue la sensación de sed, ya que algunos de los receptores que se hallan repartidos por todo el organismo y se encargan de informar al cerebro de la necesidad de líquidos están inhibidos durante el ejercicio y esto implica, por lo tanto, que para cuando la “alarma” de la sed se dispara ya existe un cierto grado de deshidratación.
En cuanto a la cantidad, se debe beber de 150 a 250cc. de agua fresca (entre 8º y 13º C) cada 10 a 15 minutos. Así se logran las condiciones adecuadas para estimular al estomago a vaciarse y se suministra al organismo el volumen de líquido que es capaz de absorber en el intestino y hacer que llegue hasta la sangre para compensar las pérdidas debidas al mantenimiento del equilibrio térmico.
Algunos datos sobre las bebidas para el ejercicio físico:
1. Deben ser hipotónicas o isotónicas, con reducida cantidad de sustancias disueltas por volumen de agua.
2. Es mejor que no sean gaseosas, porque las burbujas retrasan su absorción
3. Deben tener una concentración en azucares simples menor que el 4%, aproximadamente, salvo si se tratan de olímeros de glucosa, donde se puede llegar hasta el 15%.
4. Deben tomarse fría, entre 8º y 13º C, para acelerar su absorción.
5. Es recomendable una prehidratación de, aproximadamente, 500ml. Unos 15 a 30 minutos antes del esfuerzo.
6. Durante el ejercicio se debe beber de 150 a 250 ml. cada 10 a 15 min.
7. Al terminar se debe hacer una rehidratación abundante a base de agua, bebidas azucaradas y zumos (por este orden).
8. En competiciones de duración superior a la hora es absolutamente necesario beber.
9. El agua bebida tarda del orden de media hora en llegar a la sangre. El deportista puede tardar de 12 a 24 horas en reponer el agua pérdida durante una competición o un entrenamiento.
10. Para evitar una deshidratación crónica se deben controlar las pérdidas de peso y el color, más o menos oscuro, de la orina. Si estamos bien hidratados, ésta debe de ser prácticamente incolora.
Aguaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!!! |
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